Los convencionalismos
sociales dictan, que se debe evitar en cualquier conversación hablar de fútbol,
política o religión, pero me los voy a saltar y me lanzo con la RELIGIÓN, y por
supuesto desde mi punto de vista.
Durante estos últimos 15
días, he tenido la ocasión, y sorprendentemente la oportunidad, de pasar
bastantes horas en un hospital (como visitante), y como buena observadora que
soy, he vivido una situación que me ha conmovido: la Sra. Joana, de avanzada
edad, cada noche antes de que la acostaran, permanecía unos segundos mirando con
devoción a una réplica en tamaño
miniatura de la virgen de Montserrat, que tenía en la mesita de noche, y finalmente
la besaba encarecidamente. Este hecho, sacado de contexto, puede parecer
insignificante, pero a mí me provocaba mucha ternura y una cierta envidia sana.
Y ahora, contextualizándolo, tengo que decir que la Sra. Joana es una bellísima
persona, generosa, que adora a su familia, y esta actitud es la que quiero extraer
yo de la religión en general y del catolicismo en particular.
Las personas necesitamos
creer en algo, algo que nos motive cada día, y algunas creen en algo etéreo y
otras en algo más terrenal.
Aunque actualmente estoy
viviendo mi vida al margen del catolicismo, recuerdo con nostalgia cuando antes
de dormir, mi padre me hacía rezar el Padre Nuestro, porque era un momento en el
que él estaba sólo por mí, y hacíamos algo juntos, y de mi base católica he
extraído e intento transmitir la compasión, la hospitalidad, la generosidad, la
bondad, el respeto, el amor, la paz, y todas las cosas buenas que pueda tener
el catolicismo.
Como siempre digo, afortunadamente en este mundo no sólo existe el blanco y el negro, hay infinidad de tonalidades grises; no sólo hay gays o heteros,
existen los bisexuales, no sólo hay familias convencionales o solteros, hay
otro tipo de familias, no sólo hay políticos de derechas o de izquierdas, hay
políticos del centro, no sólo hay devotos o herejes, hay buenas personas ateas.
La coherencia, y hacer lo
que se dice, es la base para definirte como persona, y si se hacen votos de
castidad, que así sea; si se hacen votos de pobreza, que así sea; si se hacen
votos de obediencia, que así sea.
El papa Francisco, el más
carismático de los papas, está dando un golpe de timón al trasatlántico de la Iglesia
Católica, una Iglesia con más de 2000 años de antigüedad, y que sufre un
declive en todo el mundo.
Ojalá sus palabras y sus
obras sirvan para erradicar y abolir a los lobos con piel de cordero.
AMÉN!!! ;-).
AMÉN!!! ;-).