Es previsible
que siendo ayer el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, hiciera
un post dedicado a este tema, y sí, pero centrándome en la comunicación, con discapacidad y sin discapacidad.
La
comunicación es el medio indispensable para relacionarnos, y en algunas discapacidades
como
·
Parálisis cerebral infantil
·
Parálisis sobrevenida
·
Discapacidad auditiva
·
Discapacidad intelectual
·
Afasia
·
Autismo
se ha tenido que introducir otros medios en
función del tipo:
1.- Sistemas alternativos y aumentativos
de comunicación (SAACs) con ayuda
Son mecanismos que
hacen uso de soportes externos a la persona para poder facilitarle la
comunicación con su entorno. Se destacan:
·
El sistema Bliss
·
El sistema SPC
·
El sistema PEC
2.- Sistemas alternativos y aumentativos
de comunicación (SAACs) sin ayuda
Son mecanismos
mediante los cuales las personas con alguna deficiencia o carencia lingüística
pueden mejorar su comunicación sin hacer uso de apoyos externos a la persona.
Están estrechamente ligados a la educación y reeducación de las personas discapacitadas
auditivas:
·
La lengua de signos
·
El sistema bimodal
·
El alfabeto dactilológico
·
La palabra complementada
Para
las personas invidentes, el sistema universal de lectura y escritura es el
Braille.
Pero yo
recomiendo, por propia experiencia, que el sistema de comunicación que hemos de
aprender, y sobretodo practicar, es el de las EMOCIONES.
Os voy a
explicar en qué caso yo fui consciente de las posibilidades de comunicación que
nos abren las emociones:
A mi padre le
detectaron a los 40 años una diabetes tipo 2, con glaucoma y cataratas, y la
consecuencia fue que el 15 de Junio de 1997 (el día de mi 28 cumpleaños), con 58 años, sufrió un ictus isquémico con paralización total del lado derecho de
su cuerpo, pérdida de visión del ojo derecho y afasia (tan sólo sonidos),
momento en el que decidió que quería morir y finalmente lo consiguió a los 60 años, estando yo embarazada de 6 meses.
Con esto también quiero demostrar que la discapacidad sobrevenida existe, y todos estamos expuestos a
ello.
A pesar de su
afasia, en esos 2 años nos comunicamos mucho más y mejor que en los anteriores 27.
En mi
infancia, lo recuerdo siempre trabajando y no prestándome mucha atención (sé
que no era consciente del impacto en mí de su ausencia y la desprotección), con lo que el hecho de
no poderse mover y comunicarse verbalmente con mucha dificultad (tan sólo si, no,
y algún sonido), hizo que las miradas, las lágrimas, los gestos y las emociones,
transmitieran más que miles de palabras.
La TERNURA invitaba al AMOR, pero en ocasiones se tornaba ODIO e IRA que nos llevaba a la IRRITACIÓN, que si era duradera se convertía en TENSIÓN, que cuando la compartíamos, experimentábamos un gran ALIVIO, llegando a sentir SERENIDAD, que en su estado máximo sentíamos FELICIDAD, con signos de ALEGRÍA que en ocasiones se volvían TRISTEZA, que formaba parte de la COMPASIÓN y pasando al territorio del REMORDIMIENTO, CULPA y llegar a experimentar VERGÜENZA, provocándonos INSEGURIDAD y actuando con TIMIDEZ, invadiéndonos la CONFUSIÓN, que si era imprevisible y caótica conducía al MIEDO, que si era a lo desconocido provocaba ASOMBRO, que acompañado a la sensación de rechazo se convertía en ASCO, que si lo manteníamos despertaba HOSTILIDAD, que si no la rechazábamos,
desarrollábamos ACEPTACIÓN, que si no era así, nos sentíamos
INCOMPRENDIDOS, con el ingrediente del DESAMPARO, terminando por sentirnos
SOLOS con la sensación de NOSTALGIA, pasando a sentir MELANCOLÍA y aflorando el ABURRIMIENTO, que como antídoto provocábamos la ILUSIÓN, pasando al ENTUSIASMO y en su máxima expresión a
la EUFORIA, pero cuidado, éramos vulnerables a pasar al DESALIENTO y acto seguido a la DECEPCIÓN y caer en la FRUSTRACIÓN, cuando podríamos haber escogido pasar a la ADMIRACIÓN, pero no a la ENVIDIA, pero sí al DESEO, que si lo cumplíamos, te invadía la SATISFACCIÓN y posteriormente el ORGULLO y el PLACER, que nos hacía sentir AGRADECIDOS, como lo vuelvo a estar
hoy por haber escogido leer mi post y renunciar a hacer cualquier otra cosa.
Hemos de
aprender a expresar nuestras emociones, porque nos ayudará a acercarnos a los que
amamos, sin hablar, pero expresando infinitamente más.
Practica cada
una de estas emociones, diseña tu propio emocionario, ya verás cómo en algunas situaciones no necesitarás hablar y
habrás transmitido tanto!!!! ;-).
UNA EMOCIÓN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS
Bibliografía: Emocionario, Editorial Palabras Aladas